País de Cuello Blanco/ País ¡Arriba las Manos!

Cambiar el paisaje cotidiano donde una comunidad transita o se reúne, es de alguna forma generar una ruptura dentro de este espacio, dándole una nueva función así sea de forma temporal. Nuestra búsqueda con la acción País de Cuello Blanco / País ¡Arriba las Manos!,  (Imagen 1), es introducir ese nuevo elemento en el paisaje y causar un extrañamiento para provocar dudas entre las personas. En este caso, dudas que van direccionadas hacia el problema de la corrupción del estado.

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Imagen 1. País de Cuello Blanco / País ¡Arriba las Manos!, de Gustavo Solmott. Instalación expuesta en la Galería de la Cámara de Comercio de Bogotá, Sede Kennedy, 19-11-2016. Bajo la curaduría de Franklin Aguirre, dentro del proceso de Artecámara Tutor 2016. Fotografía: Diana Charry.

Al realizar este tipo de acciones, estamos estableciendo una serie de intereses que tenemos como colectivo, y uno de ellos es socializar nuestras inquietudes y quehacer artístico en este tipo de espacios alternativos como lo son el Congreso de la República y el Museo de la Independencia, manejando un lenguaje distinto relacionándonos en espacios donde el arte es poco frecuente. El espacio público como estos lugares, tienen una gran carga simbólica, donde logramos identificar un sentimiento compartido con los habitantes que los recorren a diario.

Durante la experiencia, logramos intercambiar voces con ciudadanos que desde su diario vivir repudian las malas prácticas administrativas. Parte de la experiencia, fue ver a ciudadanos sencillos y humildes, dispuestos a mostrar su apoyo a esta práctica de socialización de las pancartas. Por otro lado, los oficinistas (gran parte de la población que transitó la zona) se mostraron indiferentes.

Fue muy emotivo ver que uno de ellos (un lustrador de zapatos) pensando que tenía que incomodarse, tomó la iniciativa y ofreció el espacio donde se encontraba ubicado, justo debajo del nombre Museo de la Independencia, para que de alguna manera el mensaje fuera más contundente[1]. Este gesto activa nuestra posición en el espacio, pone en evidencia la capacidad que tienen las personas para entender, indignarse, o sobrecogerse en el arte, y que no es una actividad para el goce y disfrute de pocos.

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Fotografía en el Congreso de la República de Colombia.

Las pancartas, País de Cuello Blanco, País ¡Arriba las Manos!, son un medio que utilizamos para protestar en contra de la corrupción tanto pública como privada. Esta socialización, estuvo determinada por una cantidad de personas que se acercaron preguntando la intención o el significado de esta manifestación. Muchas personas se abrieron al diálogo, otras pasaron con una risa aprobando las frases que están impresas en las pancartas. Pero con una duda: ¿Por qué están haciendo esto? Ó ¿qué significa esto?

Esas dudas nos abren un panorama sobre las necesidades de socializar una opinión que nos interesa a todos como ciudadanos. Una alternativa que necesariamente no tiene que ser una marcha para tirar piedras y romper vidrios, sino, una posibilidad que nos brinda el arte, y es la sensibilidad de comprendernos como seres humanos, abriendo esta puerta para poner en práctica modelos críticos alternativos socializando nuestras dudas con las del otro.

*Agradecemos la colaboración de nuestra compañera Tatiana Cuellar, Antropóloga, que estuvo con nosotros participando en la socialización de la pieza.

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Fotografía en el Congreso de la República, socialización de la pancarta.
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Fotografía en el Museo de la Independencia, diagonal a la Plaza de Bolívar de Bogotá.
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Socializando la pancarta con transeúntes de la ciudad.

[1]En realidad, el poder deriva de fuentes dentro de la sociedad que pueden ser restringidas o cortadas por medio del retiro de la cooperación por parte de la población” Sobre el capítulo Lucha y Poder sobre el poder Político. Sharp, Gene. La Lucha Política Noviolenta, Ediciones ChileAmérica CESOC. Octubre 2988. Pág. 13.